El objetivo del Milenio nº1 consiste en erradicar la pobreza extrema y el hambre. Las tasas de pobreza extrema disminuyen en varias partes del mundo, pero el progreso es mayor en ciertos lugares mientras que en otros el número de personas empobrecidas aumenta. La proporción de personas malnutridas en el mundo está disminuyendo pero no con la suficiente rapidez como para reducir el número de personas hambrientas.
La pobreza y el hambre tienen múltiples causas. Se pueden ver reflejadas en la falta de ingresos, mala salud, analfabetismo o la falta de inseguridad. Para vencerlas, se necesitan unos enfoques desde materia política y estratégica.
Algunas organizaciones como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) o el Programa Mundial de Alimentos (PMA) se han unido a este objetivo.
El objetivo es el mismo, pero cada organización se especializa en un caso particular. Así, el trabajo del PNUD consiste en la reducción de la pobreza general, el PMA lucha contra el hambre y la pobreza y UNICEF y UNFPA intentan hacer realidad los derechos de supervivencia, desarrollo y protección de los niños de familias pobres y mejorar la salud reproductiva y los derechos de las mujeres.
Para conseguirlo, todos los organismos deberán integrarse en el objetivo con el fin de aumentar al máximo su efecto.
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